Carlos, propietario de una veterana pero actualizada estación de servicio, llegó al convencimiento de que la gestión tradicional de su negocio necesitaba evolucionar. Durante los últimos dos años, y mes tras mes, el descenso de las ventas era una constante.

Con una buena ubicación y una excelente reputación decidió explorar nuevas alternativas para fortalecer su negocio. Analizó diversas opciones y al final encontró una solución que no solo le permitía obtener ingresos adicionales, sino también darle un valor diferencial a su estación.

Carlos decidió rentabilizar al máximo el espacio disponible en su estación de servicio, para ello, adquirió dos locales modulares de 30 m2 cada uno, listos para ser alquilados a empresas. 

Uno de los locales fue alquilado a una reconocida franquicia inmobiliaria, que buscaba un punto estratégico, de alta visibilidad y elevado tráfico donde poder prestar sus servicios. 

El otro local fue cedido a una empresa de transportes, ex cliente de Carlos, para que fijara allí su oficina. A cambio la empresa se comprometía a repostar toda su flota en la estación. La cesión del local unido al elevado descuento en el litro generó una oferta dificil de copiar por la compentencia.

La inversión en esta novedosa y rentable solución ha asegurado a Carlos unos ingresos fijos cada mes, más tráfico de clientes y un volumen adicional muy necesario.